Ciertamente vivimos una época de cambios en las relaciones, la era de la comunicación y la tecnología que están al servicio del hombre muchas veces en lugar de mejorar la comunicación, la dificultan, tenemos muchas relaciones virtuales, y hemos desvirtuado en parte, lo bonito de la comunicación en persona, la inmediatez de la risa, el abrazo, el tiempo que dedicamos a los demás, es invertir en vida, vivimos en una sociedad en que todos los días corremos, no se sabe muy bien en que dirección y nos encerramos tras móviles u ordenadores para hablar pero no saludamos o nos interesamos por lo más hermoso, COMPARTIR, hay un tiempo para todo, un tiempo para estar sólo, un tiempo de silencio y un tiempo para compartir. A veces tenemos la sensación de dar, dar y no recibir, quizás sea el momento de questionarse, ¿que tipo de amigo soy?
Cuento: Soy un buen amigo.
Hoy,
al llegar a clase, la profesora les ha mandado sentarse en silencio,
estaba un poco enfadada porque hay niños que no saben ser amigos de
otros, y es que, ella ha visto, como los niños se pelean en el recreo y
también, como algunos dicen cosas muy feas de otros.
La
profesora, ha traído una caja mágica, en esa caja, esta su amiga la
mariposa reposa, la mariposa reposa, es una mariposa, que siempre se
portaba mal con los amigos, hasta que un día se dio cuenta que, cuando
nos portamos mal, acabamos solos, muy, muy solos, y se empezó a portar
bien.
Ahora, es la mariposa con más amigos del mundo, y está muy, pero que muy contenta.
La mariposa reposa, ha ido a contarles una historia, así que, los niños tienen que estar todos muy atentos.
“Hace
mucho, mucho tiempo- empieza a decir la mariposa- existía un hombre que
era muy, muy bueno, mucho más bueno que el resto de hombres, defendía a
los amigos, los quería, les hacía regalos y les cuidaba, era tan bueno,
tan bueno, que nunca se preocupaba porque le hicieran daño, aunque otra
gente le tratara mal, él siempre estaba sonriendo y perdonaba a todo el
mundo.
Pero
un día, vinieron unos señores, que no querían que el mundo fuera bueno y
bonito, y decidieron portarse muy mal, empezaron a romper cosas, a
portarse mal con la gente, a insultarla y a pelearse con todo el mundo.
El
hombre bueno, estaba muy preocupado por lo que ocurría, y la gente
empezó a decirle, que él tenía que defenderse, si le pegaban, tenía que
pegar, si le insultaban, tenía que insultar, pero el hombre bueno, no
quería hacer esas cosas, él era bueno, y siempre lo sería.
Pero
los hombres malos no dejaban de portarse mal, y un día, el hombre
bueno, intentó explicarles que tenían que ser buenos como él, pero los
hombres malos, se lo pasaban mejor siendo malos, aunque se quedaran
solos y no tuvieran amigos.
Paso el tiempo, y la gente quería cada vez más al hombre bueno, y salían corriendo cada vez que veían al hombre malo.
Los
hombres malos, se dieron cuenta de que cada vez estaban más y más
solos, no tenían ningún amigo y el hombre bueno, siempre estaba
acompañado”
- Por eso- les dijo la mariposa reposa- siempre hay que ser bueno con los amigos, porque si no, nos quedamos muy solos.
Al
terminar la clase, la mariposa se había ido, pero Pepe estaba muy, pero
que muy preocupado, no sabía si él era un buen amigo, pero al ir a
hablar con Lula, y ver que ella corría hacia él para jugar juntos en el
patio del recreo, se dio cuenta, de que si ella, que era la mejor amiga
del mundo, jugaba con él, era, porque él también era un buen amigo.
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