martes, 3 de septiembre de 2013

Las pequeñas cosas son las grandes cosas

Las pequeñas y las grandes cosas

 
 
 
 
 
Muchas veces, la mayoria no somos conscientes del valor de "la vida", sabemos el precio de muchas cosas y el valor de pocas, el stress en el que vivimos inmersos, esa lucha contra el reloj, para hacer, hacer y hacer y así tener, nos enferma el cuerpo, y el alma, pasamos por la vida, sin ser conscientes de lo maravillosa que es, hasta que por un motivo u otro nos hace que nos detengamos, que bajemos el ritmo, que paremos, y en ese momento nos sentimos raros, ya no hay necesidad de correr y en ese desaceleramiento, la mente a veces va por libre, estamos tan acostumbrados a comer mientras trabajamos o leemos o vemos la tele, que a veces ni saboreamos la comida, casi ni la miramos, mantenemos conversaciones con amigos o conocidos a la vez que miramos el móvil para hablar por el whatssap o ver el correo y nos perdemos a la persona que está ahí en frente, su sonrisa, su mirada, su maravilloso tiempo que nos dedica, que a fin de cuentas, eso es la vida, tiempo, y podemos elegir entre disponer de él o ser esclavos del mismo, en estos momentos más que nunca hay que recuperar los antiguos placeres, sean cuales sean estos, una buena conversación, un animal, un paseo, un libro, la naturaleza, simplemente NO HACER NADA, y disfrutar de el silencio, hoy me han regalado una sonrisa y una caramelo, un regalo de extraordinario valor que ha llenado mi alma. LAS PEQUEÑAS COSAS SON LAS GRANDES COSAS!
Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía, sin decir ni una palabra, cogió un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf. Después pregunto a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí. El profesor cogió una caja llena de perdigones y los vació dentro del bote. Estos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.
Después el profesor cogió una caja con arena y la vació dentro del bote. Por supuesto que la arena lleno todos los espacios vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime. El profesor, rápidamente añadió dos tazas de café al contenido del Bote y efectivamente, lleno todos los espacios vacíos entre la arena.
Los estudiantes reían. Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo: Quiero que os fijéis que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada mas nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas. Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche… La arena es el resto de las pequeñas cosas.
Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo el nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes. Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o tu afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua. Ocúpate primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto sólo es arena".
Uno de los estudiantes levantó la mano y le pregunto que representaba el café. El profesor sonrió y le dijo: "Me encanta que me hagas esta pregunta!. El café es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para dos tazas de café con un amigo..."

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