miércoles, 5 de marzo de 2014

Visualización creativa

Dicen que todo lo que imaginamos es posible ¿se puede aprender a imaginar?
La visualización creativa no tiene límites; tan solo los que uno mismo se pone.
Puedes usarla tanto para mejorar tu vida en general como para lograr resultados específicos en áreas concretas o para atraer objetos materiales… Y lo mejor de todo es que a pesar de ser una técnica profunda, se aprende bastante rápido.
Ha sido usada por atletas, empresarios, artistas… y millones de personas ya la pusieron en práctica para empezar a mejorar sus vidas. ¿Quieres preparar a tu mente para una visualización perfecta?
Entonces te proponemos algo: encuentra un lugar cómodo, tranquilo y silencioso; comienza a realizar ejercicios de respiración profunda inspirando por la nariz y espirando lentamente por la boca… Y disfruta de estos tres ejercicios que te ayudarán a prepararte para experimentar las visualizaciones más efectivas:
1.- Mariposas. Imagina que estás acostado sobre la hierba con tu espalda tocando su textura. Ves nubes encima de ti, árboles a tu alrededor, y sientes la calidez del sol sobre tu cuerpo.
Entonces comienzas a ver mariposas flotando a tu alrededor… Imagina que la primera es de color amarillo brillante. Ves que aparece en tu visión y poco a poco sale volando por detrás de ti o hacia un lado… hasta que dejas de verla. De repente aparece otra mariposa. Esta es de color púrpura, y vuela sobre tu cabeza y delante de ti… hasta que también desaparece de tu vista. Una mariposa de color naranja que acaba de aparecer hace exactamente lo mismo que sus predecesoras… Vuela alrededor de ti mientras disfrutas de su belleza, hasta que se agita y desaparece en la distancia.
Al repetir esa secuencia de colores (amarillo-púrpura-naranja) tu mente establece que debe haber un orden. Así que esto te ayudará cuando estés visualizando por ti mismo en un futuro, y podrás crear imágenes más claras y nítidas.
2. Burbujas. Este ejercicio es similar al de la mariposa, pero con un valor añadido: en él interviene otro de tus sentidos además de la vista.
Imagínate a ti mismo en un lugar oscuro y tranquilo. A tu izquierda oyes el estallido de una burbuja. Es un sonido suave y sutil. Justo después oyes lo mismo a tu derecha. Y a continuación, otro estallido detrás de ti, sobre tu cabeza y frente a ti… Por este mismo orden.
Repite este ejercicio durante varios minutos siguiendo la misma secuencia. Es muy importante que te mantengas enfocado y no dejes que otros pensamientos o ruidos interfieran en tu mente.
Si el ejercicio anterior te ayudaba a crear imágenes nítidas, con este estarás abriendo tu mente a los sonidos que puedan estar presentes en tu visualización para hacerla todavía más real.
3. Sentido del tacto. Y hablando de sentidos,¿qué seríamos sin la oportunidad de experimentar nuevas texturas y temperaturas?
Este ejercicio hará que incorpores también las sensaciones que te producen los objetos materiales que estés visualizando, y los sientas tanto como puedas.
Imagina que frente a ti hay una mesa con una manzana, un libro y un pedazo de papel de lija frente a ti. Coge la manzana, siente su tacto, fíjate en su peso, siente lo suave que es… A medida que tu mano se desliza sobre ella, vas notando lo rígida que es.
Mentalmente, deja la manzana y coge el libro. De inmediato notarás la diferencia con el peso de la manzana… Es más pesado. ¿Cuánto pesa? ¿Tiene una cubierta rugosa o lisa? Pasa rápido las páginas notando la brisa en tu cara… Tócalo, siente el tacto de la portada, de las páginas, y después déjalo y coge el papel de lija.
Frota tus dedos suavemente sobre el papel. Ten en cuenta la sensación granulosa y cómo tus dedos se bloquean al tratar de deslizarse sobre el papel. Siente su tacto, observa como su superficie es rugosa y áspera… Y después gíralo y siente la suavidad del lado opuesto del papel. Durante este ejercicio mantente sobretodo concentrado en la sensación que experimentas.
Estos tres ejercicios centrados en la vista, el oído y el tacto pueden ayudarte a enfocarte a la hora de visualizar lo que quieres para ti.
Nos gustaría que nos respondieras a una pregunta: ¿visualizas a menudo? Si es así: ¿cómo lo haces? ¿Tienes buenos resultados?
Si no lo haces ¿pondrás en práctica estos tres sencillos pero poderosos ejercicios? Te sorprenderás de todo lo que vas a lograr si aprendes a visualizar de manera efectiva.

Y sobretodo, recuerda esto: Nunca es demasiado tarde para comenzar a crear la vida de sus sueños.

Creatividad y resilencia

La creatividad como pilar de la resiliencia, implica la posibilidad de hacer flexible la propia conducta, aceptar que en la vida no todo es blanco o negro y tolerar las paradojas.
En la medida que recuperamos la capacidad creadora de una persona, le damos potenciales para hacer frente a las posibles dificultades, y elaboramos aquellas marcas emocionales antiguas que quedan como lastres que nos impiden llevar a cabo nuestros deseos.
Cuando recuperamos recuerdos inconscientes, situaciones traumáticas antiguas o recientes, la personalidad se enriquece, trabajamos con el yo de la persona, su sí mismo. De aquí resulta una mejor autoestima, un mayor autoconocimiento, autodominio y sentimiento de intergración.

Y ¿cómo es una persona creativa? 

La creatividad puede ser definida como la capacidad de llegar a nuevas ideas que sirvan a un propósito determinado. Por tanto, esta habilidad es una de las fuentes más importantes de renovación. Por otra parte, la creatividad contribuye a la innovación, así como a la mejora de la vida laboral, el comercio y la industria.

No es de extrañar, por tanto, que los responsables de organizaciones y compañías busquen empleados creativos para áreas en las que esta capacidad resulta esencial para alcanzar propuestas de nuevos productos y servicios o formas innovadoras de hacer las cosas.

Pero, ¿en qué se caracterizan las personalidades creativas? El investigador L. Øyvind Martinsen, de la Norwegian Business School (BI), ha llevado a cabo un estudio para elaborar un perfil de este tipo de personalidades: ¿Qué rasgos las definen?

En su investigación, Martinsen analizó a 481 personas de orígenes diversos, y aptitudes más o menos creativas. Uno de los subgrupos del conjunto de participantes lo constituyeron 69 artistas que desarrollaban su labor como actores o como músicos de una orquesta sinfónica.

El segundo subgrupo lo compusieron 48 estudiantes de marketing; y el resto de los voluntarios fueron administradores, profesores y estudiantes de programas menos asociados a la creatividad que el marketing.

El investigador determinó los rasgos de creatividad de la personalidad de todos los participantes, y probó las habilidades creativas de estos en distintos tipos de tareas, informa la BI en un comunicado.

La creatividad en siete rasgos

De este modo, Martinsen identificó siete rasgos de personalidad esenciales en las personas creativas:

1. Inteligencia conectiva: Estas personas son imaginativas, lúdicas; tienen riqueza de ideas y capacidad de comprometerse; y merman las transiciones entre realidad y ficción.
2. Necesidad de originalidad: Los individuos creativos se resisten a las reglas y convenciones. Además, tienen una actitud de rebeldía debido a su necesidad de hacer cosas que nadie más hace.
3. Motivación: Las personas creativas sienten la necesidad de enfrentarse a tareas difíciles, orientadas a un objetivo, con una actitud innovadora.
4. Ambición: Sienten asimismo la necesidad de influir y de atraer atención y reconocimiento.
5. Flexibilidad: Estas personas cuentan con la capacidad de ver los diferentes aspectos de los problemas y de encontrarles soluciones opcionales.
6. Estabilidad emocional baja: Los individuos creativos son propensos a experimentar emociones negativas, mayores fluctuaciones en los estados de ánimo y emocionales; así como a tener falta de confianza en sí mismos.
7. Bajo sociabilidad: Estas personas tienden a no ser muy consideradas, a ser obstinadas y a encontrar fallos y defectos en las ideas y en otras personas.

Entre estos siete rasgos, la inteligencia conectiva y la flexibilidad serían los factores que más favorecen el pensamiento creativo. "La inteligencia conectiva está ligada al ingenio. La flexibilidad está vinculada a la visión", afirma Martinsen. Las otros cinco características describen inclinaciones emocionales y factores motivacionales que influyen en la creatividad o que despiertan el interés por la creatividad.

Pero "estos siete rasgos de personalidad influyen en el rendimiento creativo a través de la interacción", concluye Martinsen.

Menos sociables

El estudio constató, por otra parte, que los artistas participantes presentaban una orientación conectiva muy superior a la del resto de los voluntarios. Los artistas, además, mostraron una gran necesidad de originalidad y una estabilidad emocional baja.

El perfil de personalidad de los estudiantes de marketing fue muy similar al de los artistas, y también se diferenció del de los demás participantes en el estudio. Por otra parte, los artistas fueron los individuos con valores más bajos de ambición y de sociabilidad.

"Sería conveniente que los empleadores sopesaran los requisitos necesarios para que coexistan la capacidad de cooperar con la necesidad de creatividad", cree Martinsen.

El investigador también hace hincapié en que las personas creativas pueden necesitar ayuda para completar sus proyectos. "La gente creativa no siempre es práctica o está orientada al rendimiento: este sería el reverso de la ‘medalla de la creatividad’ ”.