miércoles, 21 de agosto de 2013

¿Queremos salir realmente de la crisis?

Si, ya sé que el título se las trae, vereís, el otro día en mitad de las fiestas del toro aquí en Chiva, buena época para los comercios que el resto del año están vacios practicamente, no pude evitar escuchar la siguiente conversación entre una dueña de un local muy poco frecuentado y un amigo, hablaba de unas clientas que se habían quejado de unas olivas que les había servido y bueno, ella, muy diplomaticamente les animó a abandonar su local, porque según ella eran unas personas amargadas que no quiere tener en su bar, perdonar mi pragmatismo, ¿nos podemos permitir esto con quizás los únicos clientes del verano? ¿Porqué no ser más humildes, poner una sonrisa y decir lo siento la próxima vez tendrá otra marca? A esto se le llama ser proactivo, es cierto que la cosa está mal, ahora bien, nuestras actitudes son de una dejadez y una desmotivación espantosa. He estado realizando unas prácticas en una Administración Pública, me queda poquito, y mis compañeras de beca, logicamente tienen una edad inferior a la mía en mucho, para muchas debe ser su primer empleo. Recuerdo muy bien como fué el mio, también por una beca, también en una Administración Pública, sin derecho a salir a almorzar, haciendo más fotocopias que en la facultad, encuadernando y archivando como una loca, y sobreviviendo a mi tutora que me veía como una amenaza a su puesto de trabajo, yo también tenía veinte, nadie me preguntó qué quería o qué no quería hacer, simplemente me asignaban tareas que yo, con mejor o menor acierto, como todo principiante desarrollé, ahora no, ahora te preguntan qué quieres hacer, en una jornada de cinco horas tienen cuarenta de descanso para ir a almorzar, sino hay trabajo, recordemos que en Agosto nuestro país se para siempre, se aburren, ni que esto fuera una fiesta, y si hay, se escaquean, no dan los buenos días ni a jefes, clientes o compañeros, incorporan un nuevo elemento imprescindible para realizar sus funciones, el móvil o Wassap, veo falta de interés, motivación e iniciativa, y tampoco mucho control en quienes gestionan. Camareras amargadas haya o no clientes, jovenes que curran con el móvil en la mano, educadores que no dan ni los buenos días, en fin...dejadez y pasotismo.

¿También esto es culpa de nuestros politicos? Seamos serios o remamos o a galeras!

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